Jauja se encuentra en la sierra central
del Perú, a 7 horas de la
capital Lima y comunicada por una buena aunque muy concurrida Carretera
Central. Es una de las cuatro provincias que componen el Valle del Mantaro
(Huancayo, Chupaca, Concepción y Jauja) dentro de la Región Junín, una de las
más pródigas en riquezas naturales y
belleza paisajística de nuestro país. Jauja es muy antigua, la ciudad se
asienta en antiguos territorios pertenecientes a culturas locales como los Shawsha. Los
españoles, añorando su lejana patria y coincidiendo en término con la Jauja del
terruño repitieron el nombre y fundaron
la ciudad en el año de 1534, por tanto
es más antigua que Lima. Fue la primera capital del Reino de la Nueva Castilla
y tuvo títulos desde su fundación por lo que se le conoció como la “Muy Noble
ciudad de Jauja”. Apreciada por su buen clima, seco y no muy frío, así como la
abundancia de productos del pan llevar, sin embargo fue la lejanía al mar lo
que determinó que sea postergada como capital del Virreinato y ceda su lugar a
Lima. En Jauja se conjugan innumerables atractivos naturales y
es un lugar de encuentro de los varios caminos pre incas e incas que convergían
por aquí. Algunos tramos perduran hasta nuestros tiempos así como los antiguos
asentamientos
del Hatun Xauxa. También
la cercanía con las provincias del Valle del Mantaro y ahora las buenas vías de
comunicación que las conectan hacen que Jauja sea un lugar de privilegio para
pasar unos días de tranquilidad sin mucho presupuesto y desde aquí comunicarse
con las diferentes rutas turísticas del valle, especialmente las que
parten desde Huancayo